miércoles, 10 de diciembre de 2025

La prepotencia, la arrogancia y la sinrazón del presidente Trump

Por Federico Pinales.

La nación norteamericana, hasta hace poco la más rica económica y militarmente la más poderosa del mundo, bajo la administración del presidente Donald Trump, ha descendido en un tremendo resbalón, que a muchos les ha afectado el corazón y la razón.

Con un presidente engreído, acostumbrado a ganar mucho dinero y campañas electorales, capitalizando las mentiras y usando la arrogancia, la prepotencia, el chantaje y la sinrazón, está perjudicando a su población, y ha pretendido humillar a cientos de naciones con aranceles, amenazas y sanciones.

Lejos de lograr sus objetivos, a muchos países les ha dado motivos,

para sentirse “chivos”, perder la confianza y buscar otras alianzas.

Como no actúa por emoción, vive violando todas las leyes internacionales, las locales y hasta su propia constitución.

Su soberbia, arrogancia y prepotencia le nublan la razón y lo ponen a tomar acciones que motivan a otros presidentes a sentirse como “peones”.

Por eso con cada acción provoca una reacción, diametralmente opuesta a su intención.

Luego recurre a su viejo y ya gastado estilo de inventarse historias falsas, para buscar el apoyo de su “comparsa” y reprimir por diferentes medios, hasta quitar del medio a quienes no se tomaron su venenoso “remedio”.

Los tiros se les están yendo por la culata, porque esa patria que prometió “hacer grande otra vez”, al término de su mandato la va a dejar al revés.

De tanto amagar y no dar, algunas naciones se les están saliendo de su radar, desde el punto de vista político y comercial, porque ya no las puede "arigonear", subestimar ni humillar.

Ya América Latina se cansó de ser su “sentina” y decidió buscar de madrinas a Irán, la India, Rusia y a la China.

Definitivamente Donald Trump no ha tenido cuidado, ni siquiera con sus viejos aliados, a muchos de los cuales ha menospreciado, desacreditado, reprimido y amenazado, pensando que estos se iban a quedar de brazos cruzados.

Canadá, México y Colombia se les pararon “en dos patas” y les colocaron barreras de acero, para recordarles que no serán más parte de su patio trasero.

Con documentos irrefutables en manos, México le hizo un importante recordatorio, sobre la forma fraudulenta como Estados Unidos le arrebató la mayor parte de su territorio. Caso que pretende llevar a la Corte Internacional, para demostrar que se trató de un robo a mano armada, ya que tuvieron tan poca delicadeza “que los obligaron a firmar un tratado con una pistola en la cabeza”.

Así mismo como Donald Trump pretende ahora apoderarse del Golfo de México, mediante la firma de un simple decreto.

Los Estados Unidos, con Venezuela, Nicaragua, Colombia, México y Canadá; están repitiendo el mismo error de 1959, cuando empujaron a Fidel Castro a refugiarse en los brazos de la Unión Soviética.

Si con 60 años de bloqueo y estrangulamiento económico, sumados a los más de 600 atentados criminales no han podido doblegar a esa pequeña isla, qué le hace pensar a Donald Trump y a sus asesores, que ahora podrán lograrlo con ese concierto de naciones, con más de 200 millones de habitantes y el respaldo militar y económico de China, Rusia e Irán… A no ser que estén dispuestos a sumir a la humanidad en otro holocausto.

Que Dios meta sus manos y nos libre de tantos desquiciados.

 

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