martes, 6 de octubre de 2020

Aproximación murciélago/Covid-19

Oscar López Reyes

La rauda propagación de la Covid-19, en el vestíbulo de la frágil información de las instituciones autorizadas y el pánico engendrado por la montaña de contagiados y fallecidos alimentaron, sin parangón
en la historia universal, el más vivaz, expectante y delirante alud (infodemia) de conjeturas, versiones e hipótesis sobre teorías conspirativas relativas a este agente infeccioso. El misterio y la incógnita aún se solazan intrigantes en las terrazas más heterogéneas.

A los seis meses de repetir la palabra coronavirus, una vastedad de los moradores de la tierra le teme a este patógeno, conoce de sobra sus síntomas y sus recetarios, pero no su origen. Muchos se limitan a mencionar a China y Estados Unidos, influenciados por las redes sociales, como Twitter, Facebook y Youtube, que desinforman para elevar su ranking de audiencias.

Resumamos, como instructivo para la introspección, las siete referencias más retumbantes, segmentadas en tres grandes presunciones, deducciones o hipótesis en torno al coronavirus o Covid-19: “corona” (por la semejanza de su núcleo con la corona solar), “virus” (tóxico) y “disease” (enfermedad), en tanto que el 19 es relativo al año en que circuló: el 2019. Este bacilo también fue identificado por el Comité Internacional de Taxonomía de Virus como Síndrome Respiratorio Agudo Severo 2 (Sars-CoV-2).

1.- Accidente en China

1.1.- El brote epidémico se originó a mediados de diciembre de 2019 en Wuhan, una ciudad de 12 millones de habitantes ubicada en la zona central de la República Popular China. El señalamiento primario fue que se trató de una fuga accidental o falla de seguridad en el Centro de Virología de Wuhan (CVW), donde, según se afirma, se estudiaba una cepa natural producida mediante ingeniería genética. El primer “codiciado” infectado habría sido localizado para fines de investigación. ¿Cuáles han sido los resultados de indagaciones hechas por The Washington Post, The New York Times y otros órganos de prensa estadounidenses?

2.- Diseño de un laboratorio

2.1.- La versión más socorrida es que fue creado artificialmente en un laboratorio de China, para infectar a millones de moradores de Estados Unidos y a su economía, en el contexto de su estrategia de la guerra biológica para hundir a esa Nación. ¿Quitar la vida a sus propios paisanos? ¿A aliados chinos en América Latina y el mundo?

¿Afectar a la economía de un gran deudor (Estados Unidos) y global en el momento de mayor esplendor financiero del gigante asiático? ¿Lesionar su imagen en el universo? ¿Han sabido algo la CIA y el FBI?

2.2.- La aplicación de un artefacto químico manoseado genéticamente por Estados Unidos para destruir a China, cuyo Ministerio de Relaciones Exteriores sostuvo que el Ejército norteamericano llevó el germen a Wuhan cuando, en octubre de 2019, compitió en los Juegos Mundiales Militares. También afirmó que el microbio podría haber estado “circulando en zonas de Italia antes de que los médicos supieran del brote en China”. ¿Tienen alguna información la AISE o el Servicio de Seguridad e Inteligencia Militar de Italia, o la GRU, la ultrasecreta agencia investigativa rusa?

2.3.- Un dispositivo biológico fabricado para reducir la población más envejecida, supuestamente para frenar la explosión demográfica.

¿Acaso por un organismo internacional o una superpotencia?

2.4.- Una patología manufacturada por la industria farmacéutica para vender más productos, señalándose específicamente al Instituto inglés Pirbright, que en el 2015 registró una patente que procedía de la gripe aviar, que tritura a las aves de corral. Se especuló –con un rápido desmentido- que el propietario de dicha licencia sería el fundador de Microsoft, Bill Gates, quien en el 2016 advirtió que aumentaría la transmisión del Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH). ¿No le parece un acto de lesa humanidad, absurdo por demás?

Algunos versados han emitido opiniones coincidentes con las anteriores. El virólogo francés Luc Montagnier, Premio Nobel de Medicina en 2008 por haber descubierto el VIH, declaró que luego de estudiar el genoma del Covid-19, concluyó que este era una obra de bioingeniería sofisticada. Cree, además, que contiene genes del Sida, por lo que infiere la posibilidad de que se cometiera un error cuando se experimentaba la búsqueda de una vacuna contra el VIH.

Otro científico, Francis Boyle, promotor de regulaciones sobre la guerra química en la Convención sobre Armas Biológicas de 1972 en Estados Unidos, consideró que el patógeno es de origen animal, pero mangoneado en un laboratorio.

3.- Propagación animal

3.1.- El Síndrome Respiratorio Agudo Severo (Sars 1), o neumonía atípica, se diseminó por primera vez en noviembre del 2002 en el Sureste de China y, conforme a la Organización Mundial de la Salud (OMS), hasta julio del 2003, cuando fue contenido, contagió (por gotículas de la tos y el estornudo que se alojan en la boca, la nariz y los ojos), a 8 mil 422 personas y eliminó a 916 en 29 países de cinco los continentes.

La génesis del Sars 1 fue atribuida a contactos de personas con animales infectados, y en los meses posteriores en Singapur, Taiwán y Pekín fueron detectadas 17 transmisiones accidentales en laboratorios,
cuando se procesaban muestras que contenían el microorganismo patógeno.

Diez años después -2012- hizo acto de presencia el Síndrome Respiratorio del Medio Oriente (Mers-Cov), que comenzó en Arabia Saudita y se extendió por 27 países de Asia y Europa. Atribuida a los camellos, la neumonía y disfunción renal afectaron a 157 personas, con 66 defunciones, para una tasa de mortalidad de un 42%. Terminó en el 2013.

3.2- El murciélago

La propagación originaria del Covid-19 fue ubicada en el mercado de la ciudad china de Wuhan, donde venden mariscos y carne de animales salvajes, como víboras y murciélagos. Las 116 especies de estos mamíferos voladores, que fecundizan plátanos, aguacates, mangos y otras frutas, y devoran insectos vectores de infecciones, en los humanos transmiten cepas del coronavirus, cuando invaden sus espacios naturales.

Las investigaciones preliminares apuntan a que el microbio invisible saltó de murciégalos a humanos por dos huéspedes intermedios, que podrían ser la civeta (mamífero carnívoro) en el caso del Sars 1 y el pangolín (animal de escamas que se enrolla como una bola) en el Sars-Cov-2. Los chinos lo utilizan como alimento y sus escamas para uso medicinal.

¿Qué opinan las voces más acreditadas?

1.- La OMS afirmó, el 4 de mayo de 2000, que la Covid-19 es de origen natural, conforme estudios científicos realizados en 15 mil muestras secuenciadas. “Lo que realmente necesitamos entender es el vínculo intermedio, el animal que fue infectado por murciélagos y que luego infectó a humanos”, y descartó las hipótesis de que ha sido manipulado en laboratorios.

2.- La prestigiosa revista científica Nature Medicine (Londres, 1869) difundió un estudio sobre los genomas del Covid-19, en el que explicó que le facilitó comprender su “árbol genealógico”, y que un coronavirus propio de murciélagos comparte el 96% de su material genético con la nueva pandemia. En esa aceptación, advirtió que si se tratara de una creación artificial, tendría más mutaciones y hubiera sido detectado por los científicos.

3.- Otra relevante revista médica, The Lancet (Gran Bretaña), publicó un manifiesto de un foro Virological de distintos centros de investigación del mundo, en el cual expresan que “Nos mantenemos unidos para condenar enérgicamente las teorías de la conspiración que sugieren que la Covid-19 no tiene un origen natural. Científicos de varios países han analizado los genomas del agente causal, el SARS-CoV-2, y estos prueban que este coronavirus surgió de la vida silvestre, como otros muchos patógenos emergentes”.

No obstante, el gobierno chino ha sido censurado por ocultar, por una subestimación, para no alarmar o para proteger su imagen internacional, los primeros hallazgos clínicos de padecimiento y habría destruido evidencias físicas, lo que propició su veloz expansión.

Antes de que el 31 de diciembre de 2019 el gobierno de China informara a la OMS del brote en Wuhan, la viróloga de esa Nación Li-Meng Yan había alertado a su supervisor sobre el peligro del rápido esparcimiento del Sars-Cov-2, y que dijo quele advirtieron que guardara silencio y tuviera cuidado, porque podría perder la vida. 

En abril del 2020, huyó a Estados Unidos, donde aseguró que su país ha mentido sobre el coronavirus. Igualmente, el diciembre el médico chino Li Wenliang avisó sobre la calamidad, fue arrestado, y expiró por inoculación de la Covid-19 cuando atendía a pacientes aquejados por esa dolencia.

También, el gobierno de Estados Unidos ha sido reprochado por sus reacciones tardías respecto a la epidemia. Noam Chomsky, filósofo, politólogo y agudo pensador contemporáneo, culpó a su país de la
“grave crisis global” causada por la plaga, en virtud de que pudo evitarse porque “la información estaba allí para prevenirla”, y refirió que “en octubre de 2019, justo antes del brote, hubo un simulacro a gran escala en Estados Unidos sobre una posible pandemia de este tipo”.

Genetistas, virólogos, infectólogos, bioquímicos, astrónomos, antropólogos biológicos, microbiólogos, epidemiólogos y otros científicos concuerdan –tras estudios sobre mutaciones genéticas y grados de transmisibilidad- que la Covid-19 no ha sido tareas de humanos, sino de la faena campestre/selvática o de la zoonosis, o transmisión de infecciones de animales a individuos. Y calculan que las zoonóticas representan más del 70% de las pestes emergentes de las últimas cuatro décadas.

Como la presencia de los murciélagos, pingüinos, leones, gallinas, perros, gatos, águilas, abejas, ballenas, burros, chimpancés, roedores y otros animales son neurálgicos y decisivos en la protección de los ecosistemas, entonces, ¿qué había que hacer?: ¿prohibir su captura y venta?, ¿respetar sus hábitats naturales?, ¿no provocarlos?, ¿no tocar sus orines y heces?, ¿usar guantes y mascarillas? o ¿alejarlos de los grupos de los mortales?

Cordialmente,

Oscar López Reyes
Periodista-mercadólogo, escritor y artículista de El Nacional,
Ex Presidente del Colegio Dominicano de Periodistas

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