viernes, 31 de octubre de 2008

Diagnostico de un sector ¨Jodido¨.


Andy Omar Johnson

Nadando en la gran red, me entero que en el año 4000 a.C. los templos de los antiguos dioses fueron utilizados como casa de refugio para los enfermos e inválidos, y como escuelas de aprendizaje para los médicos. Los budistas en la india, en el siglo III antes de Cristo ya tenían estos centros de atención a los enfermos e inválidos.

En la gran Inglaterra en el siglo XVIII, se crearon los primeros hospitales municipales.

Según una publicación de la Junta de Salud de Anda Lucia, Los primeros hospitales agrupaban a todos los pacientes en una única sala, con independencia de su enfermedad. Excepciones notables eran los asilos mentales, los centros de cuarentena y los sanatorios para tuberculosos que se establecieron a finales del siglo XIX. Aunque los avances en los tratamientos han hecho que la mayoría de estas instituciones especiales sean innecesarias, han aparecido otras dedicadas a tratar ciertos tipos de pacientes o enfermedades, dando paso posteriormente en el siglo XIX, a lo que conocemos hoy como Los modernos centros de salud.

Los hospitales son las instituciones más reales para medir el desarrollo en materia de salud de los pueblos, es en este sector importante que se invierte el 90% del presupuesto del misterio de salud en nuestros países.

La infraestructura misma, el equipamiento con equipos cada vez mas costosos a nivel planetario, los medicamentos, material gastable, el sueldo al personal administrativo, medico, enfermeras, técnicos, camilleros, personal de limpieza, seguridad, paramédicos, chóferes de ambulancia; las partes de cualquier centro de salud, hacen estos edificios increíbles barriles receptor de recursos a favor de el ciudadano de nuestras naciones latinoamericana.

Si medimos entonces nuestro desarrollo en materia de salud por esta vía, nos daremos cuenta que estamos muy jodidos en Dominicana. En los hospitales nuestros la higiene no existe, camas rotas, sabanas manchadas, hierros oxidados, sanitarios rotos, no t.v, es más ni siquiera generadores eléctricos de emergencias.

Y no se hable que no hay medicamentos, ambulancias ni nada para darle a nuestra ciudadanía un servicio adecuado de salud.

Si hacemos entonces un levantamiento de equipos sofisticados para atender pacientes de enfermedades terminales y otras especiales, somos huérfanos en toda dimensión. De allí la importancia que se cree un patronato para velar por nuestro Hospital Publico Dr.: Gonzalvo de La Romana y el inicio de la construcción de un Centro de Diagnóstica y Diálisis. Nos merecemos esto, urge, es lo menos que podemos hacer, lo menos.

¡En hora buena!, que todos seamos parte de esta brillante y celestial iniciativa.









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