jueves, 16 de octubre de 2008

LEY DE PARTIDOS POLITICOS, Y PODER JOVEN


Por Andy Omar Johnson
andyojohnson@hotmail.com







En el pasado proceso electoral los dominicanos experimentamos una campaña muy prolongada, derroche de fortunas exageradas, de poca creatividad publicitaria y de sucesos negativos para las buenas costumbres dominicanas y nuestra ley electoral no fue respetada.
Referente a este pasado reciente, El coordinador general de participación Ciudadana Paulo Herrera Maluf dijo para la ocasión:
“Y, entre los perdedores, la mayor de todos: la Ley Electoral. Irrespetada de principio a fin, ignorada y olvidada. Sin doliente. Campaña política en medios de comunicación y en recintos de votación el mismo día de las elecciones. Partidos que se declararon ganadores antes de escuchar los resultados del conteo. Expendio abierto de bebidas alcohólicas, incluso en frente de los colegios electorales” y agregó en un articulo publicado en el sitio Web de este movimiento:
“Nueva vez queda claro que los ciudadanos y las ciudadanas dominicanos no somos el problema. Que sabemos votar y que, en una mayoría precaria, aún creemos en el sistema. Que cumplimos con nuestra parte. Que somos la mitad llena del vaso.
Pero también ha quedado en evidencia que esto no basta. Que hay que transformar a la Junta Central Electoral y a las juntas municipales. Que hay que imponer el imperio de la ley. Que los partidos políticos deben comprender que si continúan por ese camino, terminarán tan destruidos como el sistema político que los sostiene”. Pocas afirmaciones son tan reales como esta radiografía del momento que vivimos en dominicana.
Hoy mas que nunca debemos salir en busca de las transformaciones necesarias para la modernización y la institucionalización de nuestros partidos políticos, todos. Nuestro liderazgo se esta envejeciendo cada día pero al parecer no quiere darle paso a jóvenes que anhelan implementar las iniciativas acorde a estos tiempos.
Pero, al parecer ese paso para que otra generación actué como protagonista de la vida nacional se pone difícil, pues, la pared es muy alta, demasiado. No existe disposición de permitir abrir brechas que garanticen la incursión en la política partidarista de nueva sangre y nuevos pensamientos, a pesar que dentro de nuestras organizaciones políticas existen cientos de jóvenes con la preparación requerida, con la honestidad como bandera, con los ideales sin manchas, respecto a las línea partidaria, con ganas de servir pero en la lista para la toma de decisiones son nada.
En el año 2003, nos congregamos unos 50 jóvenes provenientes de diferentes organizaciones de la sociedad civil y de los partidos Políticos Dominicanos en lo que fue el primer Diplomado de Ciencias Políticas en el país, impartido este en las aulas de Pontífice Universidad Católica Madre y maestra, recinto Santo Thomas de Aquino por reconocidos politólogos e historiadores, organizado dicho curso de varios meses por Participación Ciudadana; ¡oh que sorpresa!
Allí, nos dimos cuenta que tan bien informado estamos los jóvenes, que también preparados y lo mas importante, dispuesto a tomar las riendas del poder con la firme voluntad de hacerlo bien. Nosotros, nos comprometíamos en cada clase adecentar la política nacional con otro discurso, propiciar la paz entre las diferentes fuerzas que convergen y un plan serio de desarrollo personal así como también de las organizaciones que representábamos.
A la verdad, era impresionante, ver jóvenes que habían ya tomado responsabilidades importantes en sus comunidades, pero, a lo interno de nuestros partidos era lo contrario, de último en la cola.
No cabe duda que lo observado me daba la esperanza de ver cambios importantes dentro de nuestras organizaciones políticas, pero lamentablemente, pasando el tiempo veo los mismos protagonistas siendo los mismos entupidos cometiendo los mismos errores. Con raras excepciones.

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