José Ignacio fue un ejemplo de superación, de trabajo, de seriedad… un ser humano muy especial que asumió el éxito con humildad y al que el ascenso por la escalera del reconocimiento social no lo mareó.
Siempre siguió siendo el José Ignacio. El deja una fuerte marca en la hotelería y en la infraestructura de servicios turístico, donde su obra en hierro está presente en los mejores salones como una expresión artística que enriquece sus grandes salones.
Sus grandiosas lámparas en hierro forjado engalanan y son parte de muchos de los escenarios más hermosos de la hotelería. Las fotos de su obra presente en los espacios de nuestro turismo recorren el mundo desde los años setenta y están presentes en el espacio digital como un gran testimonio de la creatividad de los artistas dominicanos, del cual José Ignacio es un destacado exponente, que ha hecho historia creando con el hierro.
Los periodistas y la prensa turística tuvo en él un compañero que nunca olvidaremos, ya que él produjo en sus talleres la imponente estatuilla que representa el componente material del Premio Nacional de Periodismo Turístico.
Quiterio.
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