viernes, 9 de enero de 2009

¡POR DIOS, APIÁDENSE DEL ESTE!


Tomado de Clave Digital

Fausto Rosario Adames
Es una incongruencia que la principal región turística del país, la zona Este, carezca de una carretera digna, que la comunique con la capital de la República.La Autovía del Este resolvió, en parte, el problema de la comunicación terrestre con el Este corto, hasta San Pedro de Macorís.
La concesión a CODACSA dejaría resuelto el tramo entre San Pedro y La Romana, además del mantenimiento entre Santo Domingo y La Romana.
Sin embargo la voracidad de los concesionarios y la escasa visión del gobierno han creado un conflicto que no se sabe cómo terminará, y hoy tenemos una excelente pista de aterrizaje para aeronaves del narcotráfico y no una carretera terminada y segura.
El trayecto entre Cumayasa y La Romana es hoy día el modelo más idóneo para destruir vehículos y matar ciudadanos. Es un verdadero infierno, con hoyos enormes que no debían existir en ningún lugar por donde transiten vehículos.
En las mismas condiciones se encuentra el trayecto entre La Romana e Higuey. No se entiende cómo es posible que las secretarías de Turismo y Obras Públicas no hayan tomado medidas, aún fueran parciales, para afrontar la verguenza que representa una vía principal de la zona turística número uno de la República Dominicana.
Si uno va a Bávaro, Punta Cana o Cap Cana, por la vía terrestre, tendrá que pasar por Higuey y entrar en La Otra Banda, en un trayecto que comienza frente a la Basílica y termina en Verón, en una carretera que se inició hace varios años y que todavía no concluye.
Creo que la mejor manera de alejar el turismo de la zona es permitir que los turistas entren a estas carreteras y sean testigos de las precarias condiciones en que se encuentran las conexiones entre un lugar y otro.
El Este recibe cada año más de dos millones de turistas, que pudieran tener la vocación de visitar Santo Domingo como lugar de las primacías más importantes de las Américas. Cada turista de esos que visite Santo Domingo constituye un excelente negocio para la ciudad y para el país. Pero no hay carreteras con seguridad mínima para transportar a esos visitantes.
Si hay una actividad que le ha redituado con creces al gobierno la inversión en infraestructuras viales, es el turismo. Ojalá que mejoren estas carreteras. No se les pide que hagan superautopistas, a costos elevadísimos. Que las reparen. Nada más.

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