miércoles, 4 de marzo de 2020

¿PACTARAN ABINADER-LEONEL?

Por Oscar López Reyes


Los pactos públicos y ocultos entre fortines en batallas cruentas y/o “irreconciliables” han deslumbrado, en el esférico universal y dominicano, y viabilizado, en el fárrago de la incertidumbre, el empuje y triunfos de flamantes proyectos políticos-militares.

El alemán Adolfo Hitler y el soviético José Stalin suscribieron, en 1939, el protocolo secreto Molotov-Ribbentrop para la repartición de Polonia; Stalin y Winston Churchill se aliaron, en 1941, contra los alemanes; Mao Tse-Tung (comunista chino) y Chiang Kai-Shek (nacionalista o Kuomintang) se aliaron, en 1945, contra el imperialismo japonés; los presidentes de Rusia Nikita Jruschov y John F. Kennedy de Estados Unidos negociaron reservadamente, en 1962, y resolvieron la crisis de los misiles en Cuba, y Mao y Richard Nixon redujeron sus rivalidades, en 1972.

En el suelo patrio, en 1970 se unieron para un golpe de Estado el ultraderechista Elías Wessin y Wessin y el extremo-izquierdista Movimiento Popular Dominicano (MPD); en 1974 fue constituido el Acuerdo de Santiago contra Joaquín Balaguer y en 1996 el Frente Patriótico llevó a Leonel al solio palaciego.

El mapa electoral dominicano mayo/2020 atiza hacia una alianza que se vierte pródiga en el obligado triangular peldaño de la muerte: PLD-Fuerza del Pueblo (se estima que llevaría al sarcófago a Leonel, por harikiri –suicidio japonés-), PLD-PRM (sepultaría a Abinader) y PRM-Fuerza del Pueblo (replicaría la campana de requiem para Gonzalo Castillo).

Las encuestas revelan que ninguno de los bloques (PRM-PLD-FP) logrará más del 50%. ¿Pactarán…?

En los pistones de ese cigüeñal de la muerte, se vislumbra como el más primaveral para el entendimiento el binomio Abinader-Leonel, que ha vadeado tres fases: 1) germinó soterradamente en los comicios del 2016, por iniciativa del doctor José Rafael Abinader, artífice de un primer acercamiento entre éstos, a través de una interpósita persona; 2) se concretiza, en prima facie, con el acuerdo legislativo parcial PRM-Fuerza del Pueblo, y 3) avanzó con la marcha del domingo 16 de febrero del 2020.

El beneficio para Abinader sería el porcentaje que le aportaría la Fuerza del Pueblo para alcanzar la Presidencia de la República, y el de Leonel derrotar a Gonzalo-Danilo para recuperar su liderazgo en el PLD y mantener en alto la mano que en 1996 le levantó el profesor Juan Bosch.

Abinader-Leonel y otros agrupamientos tendrían la oportunidad de formar un gobierno compartido proporcionalmente, exento del reparto patrimonialista estatal, con servidores con rectitud y transparencia.

Viejos sectarios de la manigua y neófitos con ofuscación no quieren sumar, aferrados a un rencor por episodios históricos superados y ensimismados en comportamientos miserables, como el posible alejamiento de un cargo. Además de no haber leído a Vladimir Lenin en su referencia sobre el infantilismo, olvidan emular a los líderes o jefes alpinistas y paradigmáticos.

Cordialmente,

Oscar López Reyes
Periodista-mercadólogo, escritor y artículista de El Nacional,
Director Escuela de Comunicación Universidad O&M,
Ex Presidente del Colegio Dominicano de Periodistas

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