Junto con Luis, el pueblo dominicano eligió una propuesta de humildad, un mensaje de que se puede hacer política de forma decente y de que ser honesto debe valer la pena, es importante tomarle la palabra al ya Presidente de La Republica, cuando en su discurso de toma de posesión advirtió que en un gobierno suyo "no quedará impune la corrupción del pasado ni del futuro".
Luis está convencido de que "la corrupción de arriba incentiva la de abajo, que es la delincuencia, que se traduce en inseguridad. Y ambas tienen que ser combatidas sin tregua".
Esto es así, pues la corrupción hace que los que tienen la responsabilidad de gobernar y dirigir, pierdan credibilidad y respeto frente a los gobernados, restándoles calidad moral para combatir con eficacia lo que ellos mismos hacen.
El perfil del funcionario que el pueblo está esperando es el del servidor publico humilde, responsable y dedicado a las mejores causas en favor del rescate de una nación golpeada primero por un virus local, el de la corrupción y la impunidad y segundo por la pandemia del Coronavirus Covid 19, que ha puesto de rodillas a la humanidad, devastando hasta las economías más fuertes del planeta.
Es tiempo de recordarles a los nuevos funcionarios que recién inician sus funciones, que “un gran poder conlleva una gran responsabilidad” y que el pueblo dominicana ha enviado señales más que claras de lo que quiere, lo que nos obliga a evitar el famoso más de lo mismo, y poner los oídos y la atención en las palabras y las actuaciones del Presidente quien ha manifestado que está lleno de fe respecto al porvenir y que su gobierno será un gobierno de sistemática comunicación y rendición de cuentas.
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