lunes, 3 de enero de 2022

Cruceros, cruceristas y turismo: realidad para los destinos visitados

Por José Rafael Paula Sosa.


¿Benefician al turismo verdadero, los cruceristas? ¿Son turistas los cruceristas? La respuesta es si, pero en el marco de determinadas condiciones. ¿Cuál es el destino de un crucero?: La nave en sí misma y sus atracciones y facilidades o los destinos que comportan los puertos que tocan?

¿Es correcta la expresión “turismo de cruceros”? Solo hay turismo de cruceros en función del crucero mismo. No respecto de los destinos visitados. No existe conceptualmente turismo de cruceros en función de destinos en tierra.

Los cruceristas no son turistas. Por lo tanto, hablar de turismo de cruceros, es una aberración, como concepto. El o la crucerista es quien, viajando en una nave que es un destino en sí misma, desciende a destinos terrestres establecidos como alternativa al relativo limitante que imponen los limitados espacios, por muy lúdicos que sean, de sus cruceros.

Para los cruceristas su destino turístico es el crucero.

De acuerdo a la definición de la Organización Mundial del Turismo, los cruceristas son, técnicamente, visitantes de destinos adicionales que ofrece el programa del crucero. Esos viajantes descienden por horas, conocen, almuerzan, hacen compras diversas y, en el paso que puede convertirlos en turistas potenciales, captan el aliento y el encanto de esos destinos recién conocidos. Es ahí, en esa relación de enganche, en la cual el crucerista puede ser uno de los factores potenciadores del turismo.

De ahí la importancia de que los destinos de tierra tocados por los cruceros, proporcionen una experiencia plena, agradable, satisfactoria. Que en esos destinos se trate a los cruceristas como los turistas potenciales que pueden ser.

De ahí, el chance que tienen Puerto Plata, La Romana, Punta Cana y Santo Domingo, de “sembrar” en los cruceristas que les visiten, la esencia vital de sus respectivas experiencias.

¿Quién es turista? -siguiendo el concepto de OMT- es quien viaja por motivos de descanso, recreación o negocios fuera del sitio habitual de residencia, permaneciendo al menos una noche en el destino. Los pasajeros de crucero, dado que no pernoctan en el destino, son visitantes de cruceros o excursionistas.

Los actuales cruceros no son como los aviones. No son un medio de transporte para turistas. Esas inmensas naves, con toda su oferta complementaria, son un destino en sí con las tres características: hotel y un centro de recreación y resort marino.

La verdad es que los cruceros tienen un mercado cautivo con la gran ventaja de movilidad y que teóricamente no necesitan tocar puertos.

Los puertos de escala y las visitas por el día que se realizan a lo largo de la ruta del crucero, constituyen solamente actividades complementarias al viaje turístico, y en la realidad estas actividades se ajustan a las necesidades del crucero. Los viajes en crucero constituyen una modalidad de viaje en donde el espacio producido tiene una dimensión diferente a la de los viajes turísticos, debido a que ese espacio implica a la propia embarcación y sus servicios, así como a la travesía, itinerario y a los puertos de origen y de escala.

El concepto de viaje en crucero es diferente al viaje turístico. El crucerista elige un destino – la embarcación y por agregado a la experiencia, los destinos de tierra a ser tocados. Con respecto de la nave, si hay “turismo de cruceros”, Pero hasta ahí.

Los cruceros constituyen la forma más globalizada del turismo: son propiedad de compañías globales, éstas mismas u otras compañías trasnacionales realizan las ventas de los viajes en crucero bajo el mismo carácter que las compañías financieras globales.

 

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