jueves, 22 de diciembre de 2022

Tribuna abierta: Calidad y compromiso del relevo generacional

Mercedes Castillo.


El presente y futuro de una sociedad reside fundamentalmente en la correcta orientación y educación de su niñez, adolescentes y jóvenes. En ellos recaerá la conducción de nuestras instituciones y la gobernanza del país. Es decir, la continuidad de la dirección de la sociedad.

De ahí la importancia de la calidad y el compromiso del relevo generacional. Nada más apremiante para la sociedad dominicana en estos momentos que pensar y actuar en satisfacer esa gran necesidad nacional.

Un país sin una visión clara del valor que representa su niñez, adolescentes y jóvenes para su permanencia en el tiempo como sociedad está perdida en lo claro.

Da mucho que pensar y ganas de llorar la debilidad anacrónica de la enseñanza que reciben nuestros estudiantes, cada vez peor. Lo que indica que como país tenemos que sentarnos y definir hacia dónde vamos y la calidad y compromisos con el país de la generación que va a sustituir al liderazgo de hoy.

La clave del éxito está entre otras cosas, en definir claramente una política pública aceptada en las áreas de educación y cultura que sirva de plataforma contribuya a la formacion de hombres y mujeres con la debida orientación y educación civico moral y académica. Esa es y será, sin dudas, la fortaleza de la sociedad.

El 4% del presupuesto nacional no ha podido, ni podrá ser bien aplicado, sino cuenta con ese objetivo claro. Seguiremos viendo impotentes año tras año el triste espectáculo de que nuestros estudiantes se quemen en casi todas las materias, no saben interpretar y/o comprender los textos que les dan a leer.

Igualmente, nuestros maestros, en su mayoría con un déficit preocupante en su formacion y orientación como docente, como resultado de la ausencia de la visión correcta que debe ejecutarse.

Bajo el actual modelo educativo continuaremos ocupando lastimosamente, el primer lugar en desaprobación. Y no podemos darnos el lujo de continuar por ese derrotero. Sin dudas, nuestra amada Quisqueya merece una mejor suerte.

Este tema convoca al presidente de la República, Luis Abinader, al sector educativo y cultural y a toda la sociedad a ver y actuar con la requerida seriedad esta grave situación. Realmente, es un tema país.

La sociedad no puede marchar bien con una educación deficiente como la que hemos tenido y tenemos en la actualidad. No es solo responsabilidad del ministerio de Educación y del gobierno, es un asunto que involucra a toda la sociedad, a sus entes más pensantes y comprometidas con el futuro del país.

Es penoso ver en nuestros barrios, urbanizaciones, ciudades y campos la existencia de puntos de drogas que inducen a muchos adolescentes y jóvenes de todos los estratos sociales al consumo de drogas, hookah y alcohol, muy influenciados también por una música chatarra que los incentiva a consumir.

La actualización de nuestros maestros con compromisos de país y con unos objetivos claros en la formación y orientación educativa de nuestros hijos, los hijos de la patria de Duarte, Sánchez, Mella y Gregorio Luperón no tiene tiempo que perder.

Es ahora y no después que debemos y tenemos que dar los pasos fundamentales para garantizar el futuro de la patria, que es su relevo generacional.El 2023 debe ser el año de la esperanza del país.

La educación civico-moral y el fortalecimiento de la familia, como núcleo principal de la sociedad, justo donde se inicia la formación del individuo/a, son claves para el éxito de la educación integral en general de la sociedad.

Trabajar por una transformación del modelo educativo es clave para el éxito de la sociedad dominicana, que requiere de un relevo generacional preparado y con compromisos de país. 

Que así sea.

 

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