lunes, 20 de mayo de 2024

El trofeo de la imagen seductora

Oscar López Reyes.


Luis Rodolfo Abinader ha reconquistado la banda presidencial en los comicios del domingo, en la ratificación del poder perceptivo y decisorio electivo de la imagen de un candidato. La ejecutoria/vigilancia, las opiniones, la voz, la mirada, la vestidura y otras configuraciones simbólicas han sido decodificadas favorablemente por los electores, que lo han gratificado con el 60% de los votos emitidos.

Los constructos personales y gubernamentales tangibles en su realismo e intangibles sustentados por Abinader Corona en la divisa clave de su estrategia electoral, sellaron su identidad de marca reputacional y saltaron arrolladores en la batalla competitiva, y en su triunfo. Ese globo de oro estuvo compuesto en por lo menos diez puntadas:

1.- Realce de las realizaciones de su gobierno, como una estrella triangular: a) gestión prudente y equilibrada de la economía, en un escenario inflacionario germinado por la pandemia y la guerra; b) ejecución de más de 300 obras de infraestructura, y c) ampliación de los programas sociales, con énfasis en los subsidios focalizados.

2.- Repetición persistente del único slogan que resonó como una sirena seductora: Lo mejor está por venir. El cambio sigue.

3.- Proyección en el imaginario colectivo como un hombre rico, que no necesita tomar dinero del erario que, además, familiarmente ha sido forjado con sanos valores.

4.- Victoria aplastante del Partido Revolucionario Moderno (PRM) en los comicios municipales del 18 de febrero.

5.- Evidencia de su laboriosidad, la pronta respuesta a dificultades denunciadas y su solidaridad comunitaria.

6.- Capacidad para informar, escuchar y deshacerse de altos funcionarios con ciertas inculpaciones públicas y judiciales.

7.- Ponderación, moderación y consonancia de los contenidos de la campaña comicial.

8.- Respaldo de más de 20 movimientos políticos, la mayoría de los cuales tradicionalmente se cobijan bajo la bandera del potencial triunfante.

9.- La coherencia, en la curva del tiempo, de los valores bonancibles arrojados por las encuestas.

10.- Ruptura con paradigmas clásicos y motorización de propuestas innovadoras y desafiantes, como el huidizo debate presidencial.

Al menos, cinco puntos marcaron una sombra de penumbra en el rostro opositor, que se tendieron como contra-campaña y ensancharon la audiencia/consumo de Abinader Corona:

1.- Dispersión de los contrincantes, que exhibieron una unidad ficticia, llamada Rescate, dominado por el resentimiento, el ego y la rivalidad por el poder.

2.- Ninguna repercusión de sus eslóganes. ¿Usted los conoció?

3.- Alta tasa de rechazo de contendientes, por escándalos de corrupción.

4.- Desaliento por derrota en las elecciones municipales.

5.- Baja favorabilidad en encuestas, quejas y obstáculos que presagiaban una debacle.

Los jugadores políticos han adquiridos, en la artesanal rutinización de imágenes de los candidatos, nuevas experiencias para otras proposiciones analíticas y futuras campañas, en la tangente de cautivar audiencias y convertirse en ídolos del consumo electoral.

Cordialmente,

Oscar López Reyes
Periodista-mercadólogo, escritor y articulista de El Nacional,
Ex Presidente del Colegio Dominicano de Periodistas.

 

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