martes, 23 de julio de 2024

Las trilogías dominicanas

Por Federico Pinales.

Los mayores acontecimientos políticos dominicanos, desde 1844 a la fecha, han sido promovidos, dirigidos y protagonizados por trilogías.

Empezando con la Sociedad Secreta La Trinitaria, los triunviratos y los caudillos políticos, que casi siempre se dividen entre tres el dominio del escenario político nacional.

Después de la caída de la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo Molina (Chapita), los tres líderes históricos que dominaron la constelación fueron: Juan Boch , José Francisco Peña Gómez y Joaquín Balaguer.

Otras estrellas menos luminosas intentaron reemplazarlos, pero el destino les hizo una mala jugada.

Cuando las leyes biológicas les pasaron facturas a los tres maestros, tres de sus alumnos más aventajados tomaron las riendas del caballo, con la intención de nunca soltarlas.

No obstante, un nuevo jinete haber tomado las riendas del poder visible, esos tres caballeros se resisten a retirarse y siguen gravitando decidamente sobre el ambiente político nacional, con el apoyo de una parte importante de la trilogía más poderosa del país, porque es la que pone, sustenta y quita a las demás trilogías, cuando estas dejan de garantizarles sus intereses.

Esa última trilogía, que en los hechos es la primera, la integran todos los poderes fácticos, que siempre se han puesto de acuerdo para imponerle al pueblo sus títeres y marionetas.

Esa poderosa trilogía local, que no es la de Miriam Germán, Jenny Berenice y Camacho, tiene un ventrílocuo mayor, del otro lado del gran lago de agua salada, que no come cuentos ni acepta malas jugadas.

A quienes lo han intentado los han boicoteado,
y en el peor de los casos, los han desacreditado,
derrocado o indirectamente eliminado. Como sucedió con Rafael Leónidas Trujillo Molina,
cuyo asesinato fue, supuestamente, planeado por la CIA.

Ese mismo poder que promovió y apoyó la sangrienta dictadura de Trujillo durante más de 30 años, y cuando este quiso pasarse de listo, lo mandó a matar, a través de sus propios servidores.

Los mismos que se habían enriquecido y habían sido cómplices de las diabluras de su jefe.

Uno de ellos, coronado posteriormente como héroe nacional, se prestó luego de instrumento de ese mismo poder, para impedir el retorno a la democracia que se inició en el año 1963 con la nueva Constitución humana y social.

La trilogía fáctica que actúa bajo la sombra la integran el poder económico, la Iglesia y los militares, con el apoyo de la gran prensa, la cual ha visto mermada su dictadura comunicacional, con el surgimiento del internet y sus diversas plataformas, a través de las cuales se pueden decir cosas, de las cuales el pueblo no se enteraba, porque se trataba de la comunicación de una sola vía, en la cual usted sólo tenía derecho a ver, leer y escuchar las versiones de los ejes y transmisores de las manipulaciones económicas, políticas, religiosas, sociales y comerciales.

Hasta a finales de los años 60, el mundo de la comunicación estaba controlado por una trilogía integrada por los dos principales diarios de circulación nacional, sumados a la más poderosa empresa de radio y televisión, que existía en ese momento, con alcance nacional.

Este trío lo confirmaban El Listín, El Caribe y Radio Televisión Dominicana.

Los dos primeros controlados por el sector privado y el tercero por El Estado.

Esa trilogía, casi siempre al servicio del empresariado, la Iglesia y el Estado, vio mermada su influencia dentro de los sectores populares, con el surgimiento de los vespertinos El Nacional, Última Hora, La Noticia y los noticiarios radiales de los años 70 y 80, que constituyeron una verdadera revolución, dentro de la comunicación.

Lo mismo que está ocurriendo ahora con las benditas redes sociales. (pronosticamedia.com)

 

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