sábado, 15 de septiembre de 2012

COMPLEJO DE SUPERIORIDAD O PERSONALIDAD DISTORSIONADA?


Por Henry Osvaldo Tejeda Báez
Hacer un gran bulto con cualquier cosa para hacerlas de protagonista y distorsionar las cosas para conveniencia propia; buscar que lo elogien aportando  él mismo para los gastos, la altanería, la petulancia, el "yo soy el que sé, que no me joda nadie"; todas esas cosas entre decenas de cualidades negativas  forman parte de un paquete más grande, de la personalidad distorsionada de una persona.
Esas cualidades tan personales del que las posee. lo hacen taimado, engañador, fantoche, escurridizo, fetichista, manipulador, "agentao", pícaro (léase, malapaga), y cuando se ve acorralado busca todas las formas de hacerse la victima.
Algunos dirán que el color de la piel del personaje no tiene nada que ver con esto, pero yo insisto en que si, que eso forma parte del paquete, porque en este país los de color negro, se sienten minimizados y orillados por la sociedad, pero en la mayoría de los casos, eso sólo está en sus cabezas, porque está muy lejos de ser cierto. 
No es raro que hasta lleguen a agotar el recurso de llorar en público, para dar lástima, representando un drama que muy difícilmente se le pueda creer, porque así como un niño cambia de las lágrimas a la risa, así mismo cambia el personaje de estos comentarios de las lagrimas a la altaneria y la petulancia
Cuando llora en público, cualquiera hasta lo compra; el tipo aprovecha la escena que representa para decir que es una persona sana, que no ha hecho nada malo, que no sabe el por qué lo acosan y le atacan., que su vida y sus acciones han sido  transparentes, que sólo lo atacan porque no han asimilado que un negrito pueda llegar donde él ha llegado, bla bla bla…….
Es cuando empieza a hablar de su infelíz y paupérrima niñez y con palabras entrecortadas pero dichas con fiereza y con gesto iracundo, narra sus cuitas de infortunios; todo lo que tuvo que luchar para llegar donde está (mientras todo eso dice, el hombre mantiene una mezcla de ira y lágrimas (no deja de llorar porque todavía no siente que le han cogido lástima).
Ahora le entra a la sociedad, ya no hay lágrimas, ahora saca el demonio que lleva en sus entrañas y empieza a ser lo que verdaderamente es, un mediocre que tiene en su psiquis, una distorsión que lo hace sentirse inferior pero que trata a través de sus acres comentarios y sus feas actuaciones,  ocultar esos remordimientos y esos rencores que lleva en su interior.
Cuando en el ambiente de una sociedad, aparece un tipo de persona con las características mencionadas, la gente piensa,  y lo comenta por lo bajo:
"Ese hombre tiene un complejo de superioridad pero no es así, sino, todo lo contrario, al personaje lo invade un verdadero complejo es de inferioridad, pero tratan de hacer creer lo contrario con sus alardes del gran macho que todo lo puede sin necesidad de nadie.
He visto y escuchado las actuaciones de este tipo de persona y les juro que no saben que están enfermos, porque actúan como si estuvieran haciendo las cosas como mandan las leyes y las buenas costumbres, pero en realidad andan por la tangente de lo correcto.
Palabras como estas: "si yo hubiera sido un blanquito, otra cosa fuera" ¡Ajá, ¿porque lo digo yo, que soy un negrito de (tal sitio) la vaina es mentira?"!;
"A mi no me creen, porque yo soy el hijo de fulano (a) de tal".
“no les cabe en la cabeza que yo soy el jefe porque soy un negrito que ellos creían que no podía bla, bla bla….”
Claramente, ese demuestra (sin darse cuenta), de que ese un inadaptado social.
Cuando por algún aborto de la vida, el personaje logra escalar a un puesto de importancia en la sociedad, siente que tiene  (como dicen el pueblo), "a dios cogido por el rabo"  y siente que le ha llegado la oportunidad de darle  rienda suelta a los odios y los rencores  que ha venido acumulando por años y que lleva pegados de su furioso ego.
Es cuando el tipo se vuelve cruel, inmoral, inhumano, avaricioso, mal amigo; que no le importa a los que como él, se los ha llevado el diablo por años.
Ya no llama al amigo y para verlo,  hay que "confesarse con el Diablo";
A ratos, adopta una actitud de solemnidad, luego le sale la bestia desde lo mas profundo del ser y se destapa insultando a todo el que él cree que le está haciendo daño.
Todo el que le critica sus evidentes malas acciones, para él es un envidioso;  blinda morada y su cuerpo con guardaespaldas innecesarios, porque tiene terror de alguien al que le huye y teme que este lo mate,  pero que en realidad ese alguien no existe, porque ese a quien él le huye, el que él cree que es enemigo suyo, es precisamente el que el mismo lleva por dentro (su propio odio y su complejo de inferioridad. 
De ahí que siempre se sienta perseguido porque para él, es un acoso que le critiquen sus malas acciones, porque para él, nnunca ha cometido ninguna mala acción. Esa es parte de la enfermedad.
Trata por todos los medios de satanizar y revertir las criticas que se le hacen, valiéndose de artilugios ya ensayados y puestos en practica que pueden, ante un pueblo de mayoría analfabeta cambiar la percepción de lo que de él se dice.
Busca la admiración a sus acciones, aunque estas sean puras maldades; si hay algo en este personaje que es de vital importancia para mantenerse es, el vestuario. No importa el clima, tiene que andar trajeado aunque esté “sudando la gota gorda” y aunque se esté muriendo de calor. Es de las personas que creen en la vieja frase de que, "el hábito hace al monje"
Yo pudiera amanecer escribiendo sobre este tipo de persona, pero  no quiero ser cansón. Todo el que lea esto, seguro que tiene una persona a quien le cabe todo lo que aquí se dice.

elpidiotolentino@hotmail.com; elpidiotolentino@gmail.com
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