domingo, 10 de mayo de 2015

QUIERES SER AMADO O TEMIDO?

LIC. JUAN FRANCISCO MELO


El Príncipe Maquiavelo se preguntaba si es mejor ser amado que temido.

El temperamento personal o la pasión del partido por lo general gobierna esta decisión crucial, más bien el estado de ánimo de los tiempos es lo que debería ser decisivo, el líder político visionario que llega en un momento en que el país clama por la unidad nacional se caerá de narices, pero pobre del líder que busque la dulce razón en un momento de angustia y rabia nacional, generalmente lo barre una multitud revolucionaria u otra que carga a la izquierda o a la derecha. 

El conciliador en un momento de tumulto demostrará que es inadecuado, importa menos si la agenda del político es grandiosa o pequeña, o si su personalidad es explosiva o calmada, es recomendable que debe adecuar su estilo, su personalidad, su estado de ánimo a la época actual.

Los votantes alternan entre periodos de confrontación de debate y otros de moderación y conciliación. Durante los periodos de confrontación queremos que nuestro sistema político nos describa las alternativas y diseñe nuevas respuestas a los problemas que vienen. 

A diferencia de Japón donde el sistema político subraya el consenso y los candidatos rara vez expresan algún tipo de diferencias entre si. Los norteamericanos quieren conflictos, los dominicanos quieren pleitos, generan problemas y hasta muerte entre candidatos.

Pero llega un momento en que nuestros votantes han oído suficiente y están listos para llegar a conclusiones, impacientes ante el constante debate, ven el consenso que quieren que se logre y sienten que es hora de que sus políticos lo lleven adelante. Los norteamericanos no toleran actitudes de división si es hora de una acción conjunta, no polarizan, llegan a conclusiones, incluso si los políticos siguen peleándose, el pueblo sintetiza sus opiniones en un consenso nacional. 

La historia de EUA en los periodos recientes, la confrontación y la conciliación han sido lo sufrientemente claros. Si Nixon esperó que el tiempo cambiara para adecuarse a su estilo, Ronald Reagan cambió su estilo para adecuarse a los tiempos. En 1980, reflejó la rabia y la angustia nacional llevando adelante una agenda agresiva de menos estructura gubernamental e impuestos más bajos. En 1984 cambió su estilo, pasando a un tono de satisfacción y prosperidad más adecuado al estado de ánimo del país.

Después de asumir Clinton el poder, condujo la polarización del debate nacional con un programa agresivamente liberal de incremento de impuestos y de reforma de la salud, puso la salud para que los pobres la pudieran usar. El genio de Nent Gingrich consistió en contrarrestar el activismo de la izquierda con el de la derecha, dándose cuenta de que la época no era liberal ni conservadora, sino simplemente activistas, logró el control del congreso en 1994 con una defensa agresiva de recortes de gastos e impuestos, oposición al control de posesión de armas y una agenda de defensa de la vida frente al tema del aborto.

A medida que los recortes de Gingrich se volvieron menos atractivos para EUA, los asesores liberales de Clinton lo intentaban diariamente a atacar los recortes republicanos para los almuerzos escolares y para asistencia médica. A medida que Clinton bajó la voz, su rating se elevó, cuando cruzó la línea del partido para defender un presupuesto equilibrado, de una vez empezó a ascender en las encuestas, esto fue suficiente para Clinton ganar la reelección, esto es un teorema que no necesita demostración que EL CONSENSO SI FUNCIONA. 

Un líder político debería tomar la temperatura de cómo anda el ambiente político y saber qué es lo que realmente piensa el votante, debe controlar el pulso del momento en que vive, no debe estar ajeno de cuáles son los temas que quiere escuchar el votante, pro también cual es su opinión con relación a los problemas del momento, con humildad debe de adecuar su estilo político a sus hallazgos, si el votante quiere la unidad de sus políticos hay que adaptarse, o si el tema es una reforma educativa aunque usted no esté de acuerdo adecúese al momento.

No tiene que enmudecer su deseo de cambio o modificar sus ideales, sino que debe asegurarse de que su estilo se adecua al estado de ánimo del público. Un líder político puede cumplir metas de largo alcance incluso cuando el momento pide moderación. En una época conciliadora un líder no limita sus metas, solo debe bajar la voz y dar pasos más cortos, un líder que se permite mostrar su propia personalidad, sea esta rabiosa o conciliadora a costa de adecuarse al estilo de ánimo del público.

El estilo de la política cambia y quienes buscan consenso y unidad quedaron detrás hasta que el ciclo vuelva a ellos o hasta que cambien su estilo para ajustarse al estado de ánimo del público. Es probable que la política de la moderación y el consenso haya agotado su mandato, nuevos temas se plantearán en primera línea y generaran nuevas controversias.

Cuando usted conoce el escenario político y sabes cuál es el momento que está viviendo usted puede ser amado si es lo más conveniente al ponerse del lado del pueblo aunque sea lo peor. Si quiere ser temido haga planteamiento adverso a lo que el pueblo desea, pero debe estar claro de las consecuencias de esa decisión, entonces será temido y luego será amado.


elpidiotolentino@hotmail.com; elpidiotolentino@gmail.com
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