martes, 2 de junio de 2015

COMO HACERSE EL GRACIOSO CON EL OTRO PARTIDO

Lic. Juan Francisco Melo


Un funcionario electo debe reforzar sus lazos con el partido de oposición para evitar quedar enjaulado en el propio partido, la capacidad de cruzar a la acera del frente para ganar votos vuelve imponentes a los extremistas del propio partido. Un líder que solo gobierna con un solo partido es como gobernar con una sola pierna y como se necesitan dos piernas para caminar, también se necesitan dos piernas para gobernar.

Apelar a los votantes de otro partido por encima de la cabeza de los políticos es difícil, porque cada senador, diputado o alcalde conoce mejor su provincia o su municipio que cualquier presidente, intentar sacarles de su base en su propia casa es una tarea difícil, es como dijo una vez WINSTON CHURCHILL en una guerra terrestre en Asia contra Japón, COMO METERSE EN EL AGUA PARA ENFRENTAR AL TIBURON.

El primer paso es separar los tipos de diputados y senadores, hay hombres ideólogos y hombres de negocios. Los ideólogos marchan al ritmo de sus propios tambores y valoran la coherencia más que la transacción, la pureza más que el pragmatismo. Son idealistas, moralistas, son fieles a sus ideales y a su grupo de poder, sencillamente no tiene sentido tratar de convencerlo y adquirir a un ideólogo opositor, solamente cuando deciden aspirar de nuevo al cargo, es cuando despiertan y necesitan el apoyo del poder para poder seguir en el cargo, entonces solo así se puede negociar con esos idealistas.

Afortunadamente la mayoría de los diputados, senadores, alcaldes y regidores son hombres de negocios, si bien la ideología es siempre un elemento que incide en su comportamiento, la mayoría está interesado en lograr algo, ser reelecto y avanzar económicamente, son jugadores de grandes ligas, para manejarlo hay que convertirse casi en un consultor político, un líder debe de ponerse en los zapatos del otro partido y ver el mundo que vive desde su punto de vista. Desde esta perspectiva debe ofrecer consejo político calculado para ayudar a su adversario partidario para ver en qué sentido puede jugar a favor de él, para así poder caminar con las dos piernas.

La mayoría de los votantes han llegado a sentir disgusto por los partidos mayoritario, es decir que el P.L.D tiene en su fila un alto porcentaje de sus miembros que no están conformes con el trato que han recibido, pero el P.R.D. se ha dividido en P.R.M. por no ponerse de acuerdo y no entender los disgustos de su base que está exigiendo una nueva política partidaria y el P.R.S.C. que no tiene cabeza, pero tampoco tiene cola, solo tiene su nombre y una franquicia.

El otro partido se mueve de un lado para otro, pero los votantes independientes son el grupo al que un líder político puede apelar para hacer que los legisladores del partido de la oposición se pongan de su lado en temas específicos y tengan que unirse a la efervescencia de la sociedad civil y hacer opiniones a favor del tema del líder del momento.

El problema es que la mayoría de los políticos no saben cómo ser gracioso con los independientes, gran parte del tiempo de los candidatos se pierden en pelearse con miembro de su propio partido por tener el control del partido, la lucha interna es mucho más familiar para el político promedio que su confrontación con los demás partidos. 

Día por día, mes tras mes, año tras año debe batirse a duelo con sus colegas y compañeros partidarios por cargos, privilegios y poder. Cuando llega el momento en que la nominación es suya y la elección general es contra el otro partido, la mayoría de los políticos no saben lo suficiente sobre los independientes o los votantes del otro partido. Trate de ser gracioso no martillo.


elpidiotolentino@hotmail.com; elpidiotolentino@gmail.com
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