Oscar López Reyes
Los reconocimientos refieren ser ejemplo de superación personal y profesional, aportes a la libertad de expresión y la teoría de la comunicación, a los derechos humanos, al desarrollo y bienestar del país y la defensa de la comunidad nacional, la Iglesia y la democracia. O sea, como Defensor del Pueblo.
Esos galardones han sido prohijados, desde 1968, en los clubes culturales y deportivos, la comunicación, los gremios y las comunidades, como espontáneamente lo consignó el presidente Hipólito Mejía, quien en el 2003 me condecoró con la Medalla Presidencial al Mérito Civil.
Y honro los derechos cívicos. He sufragado 11 veces, en función de lo que estimo, en cada fase histórica, favorecen a la Nación y no por empleos ni otra transacción. Digo, sin rodeos, por quién voto y por qué: 1978: Antonio Guzmán Fernández, 1982: Salvador Jorge Blanco, 1986: Jacobo Majluta, 1990: José Francisco Peña Gómez, 1994: José Francisco Peña Gómez, 1996: José Francisco Peña Gómez, 2000: Hipólito Mejía, 2004: Leonel Fernández, 2008: Leonel Fernández, 2012: Danilo Medina y 2016: Luis Abinader.
Los tres competidores presidenciales del 2020 configuran un glosario de atributos y trazos singulares, particularmente para mí.
1.- Gonzalo Castillo: remojado, como yo, en el poblado de Enriquillo, y en Barahona vivimos en la misma calle: Jaime Mota (a tres cuadras), sin hacer amistad no obstante pasar por la puerta de su casa, todos los días (1973-1975), rumbo a Radio Barahona. He compartido con su padre, Gonzalo Castillo Peña (Macorís), un consagrado al trabajo.
2.- Leonel Fernández: me designó asesor de prensa de la Presidencia, secretario de la Corporación Estatal de Radio y Televisión (Certv-RTVD) y, posterior a mi renuncia, consultor de Indotel. Su respaldo fue decisivo para apresar y sentenciar a los seis involucrados en el asesinato, en el 2005, de la profesora Yanet E. López Reyes.
3.- Luis Abinader: me siguió de cerca cuando competí (1997-2001) por la presidencia del Colegio de Periodistas, por tres décadas he dirigido la Escuela de Comunicación de la Universidad O&M y reservadamente me ha hecho una que otra petición. Su padre, José Rafael Abinader, dispuso de un abogado ante el asesinato de nuestra hermana y le asistí en relaciones públicas hasta poco antes de su muy extrañada ausencia.
La afectividad pesa mucho, pero más el interés de la Patria. ¿Qué proponen? y ¿quién garantiza su aplicación? Entonces, ¿por quién votaré…? Pronto lo escribiré…
Cordialmente,
Oscar López Reyes
Periodista, escritor y columnista del periódico El Nacional,
Director Escuela de Comunicación Universidad O&M,
Ex Presidente del Colegio Dominicano de Periodistas
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