Jose Gomez Cerda.
Estoy en Bélgica, pasando una estadía, especialmente “abueliando”, con los tres hijos y 4 nietos que viven en Europa; 2 hijos (Nicolas y David) y tres nietos (Leandro, Olivia y Victoria) viven en Bélgica; y un hijo (Maximo) y un nieto Jayden) en Irlanda.
Vivi 12 años en Bélgica desde 1992 al 2004, Aquí estudiaron mis hijos,
En ese tiempo fui secretario General de la Federación Mundial de Trabajadores de la Agricultura, Alimentación y Hoteles (FEMTAA) que tuvimos organizaciones afiliadas en 78 países de Europa, Asia África, América Latina y el Caribe.
Me gradué en Trabajo social y seguridad social en la Universidad Católica de Namur,
Aprendí a leer en diversos idiomas, lo que me ha permitido adquirir una cultura universal lo que me ayuda en mis actividades como periodista y escritor.
El recibimiento que me hicieron a mi llegada al aeropuerto de Bruselas, fue muy simpático. Mi nieta, Olivia de 4 años llevó un letrero que decía; BIENVENIDO ABUELO, así en español, Cuando llegamos a la casa, Leandro mi nieto, me esperó con otro letrero. que decía; BIENVENIDO A LA CASA ABUELO.
Mis dos primeros nietos, hijos de Jose Marti tienen 25 y 22 años, Joseph, es fotógrafo profesional, vive en Nueva York, la otra, Tiana tiene 21 años y es estudiante de psicología. Con ellos puedo conversar, sobre varios temas, siempre comprendiendo que son conversaciones entre abuelo y nietos.
La mujer de Jose Marti se llama Marilyn Figueroa. Nació en los Estados Unidos.
Mis nietos europeos tienen 7, 4, 3 años, y la última tiene apenas tres meses.
Familia internacional:
Mis esposas; Flavia Salazar, (QPD), era mexicana, Christine Piens, es belga, ellas vivieron y dieron a luz nuestros hijos en la República Dominicana, donde residieron por varios años.
Mis hijos han tenido sus familias con norteamericana, belga, italiana e irlandesa.
La mujer de mi hijo Maximo se llama Josephine Murphy es irlandesa; La mujer de Nicolas se llama Celine Rocca, es belga y la mujer de David es Loredana Pirnaci, italiana,
La abuela, Christine Piens, belga, y yo, Jose Gomez Cerda. dominicano, somos como el tronco del árbol, que nos alegramos ver las ramas crecer, nuestros hijos, y ampliarse al dar frutos, que son los nietos. Y que estos frutos, sirvan para bien de la sociedad. Que los nietos lleguen a ser personas con principios, valores y ética, con buen desarrollo material y espiritual.
Leandro, 7 años, me explica sus juegos de videos, que en su mayoría son robots, monstruos y superhéroes que tienen supremacías, y siempre ganan, derrotan a sus contrarios, también me explica juegos que enseñan a crear, una disciplina constructiva, por ejemplo, cómo construir un carro, un helicóptero, o una casa, estos juegos ponen en la mente de los niños las ideas creadoras, muy importantes para sus futuros. También me recuerda la importancia de la televisión educativa,
Conversar y jugar con los nietos, aunque sea con gestos y señales, es muy importante, la demostración de afecto y cariño, en forma familiar, que perdura en el tiempo, Son conversaciones cortas, con muchos gestos, una complicidad de afectos, “abueliar” es sencillamente placentero.
Los nietos nos llenan de alegrías, nos trasmiten energías, nos dan vigor, para los abuelos recorrer el último camino y desearles un futuro mejor disfrutar de su presencia.
Los abuelos sostenemos las manitas de los nietos por un rato, pero los corazones para siempre.
La risa de un nieto es la mejor medicina, Me encanta la buena música pero no hay mejor música que el sonido de los nietos riendo.
Es una bendición grande cuando nos llaman abuelo. Los nietos son como las flores, nunca nos cansamos de verlas crecer.
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