viernes, 1 de septiembre de 2017

MI VIDA CONTRA TODO PRONÓSTICO

Por Carlos Rodríguez

Esta historia comienza con un bebé nacido, un martes 9 de enero de 1996 en la ciudad de La Romana, en el Centro Médico Oriental a las 9:00 P.M., luego de que una madre Lay Altagracia Rodríguez estuviese más de 10 horas en espera de dar a luz a su primer hijo. 

Al fin de todo, esas horas de esperas tuvieron sus consecuencias puesto que el bebé bebió todo el líquido amniótico lo que provocó una serie de problemas alrededor de las primeras semanas de nacido. El bebé no soportaba ningún tipo de alimento que ingería, ni siquiera la leche materna, porque todo le producía devolver la comida.

Al mismo tiempo el bebé sufría de un extraño estrabismo que no era hereditario, y que sus padres, también cuestionaba. En ese instante, por un consejo de un hermano de crianza de su padre Carlos Tomás Rodríguez, decidieron llevarlo a un chequeo de un grupo de médicos voluntarios procedentes de Corazones Unidos en Estados Unidos, que venían cada año al Centro Médico Central Romana y quienes confrontaban casos parecidos como el del bebé. Luego de diferentes exámenes les informaron a sus padres que él sufría de Glaucoma, y que solo le quedaba un (1) mes de visión, y que tenían que enviarlo a realizarle una cirugía delicada para no perder la visión.

Inmediatamente sus padres no dudaron de organizar todo para que su hijo fuera enviado a recibir las atenciones pertinentes. Desde ese instante entró al juego una institución que había hecho un antes y un después en la ciudad de La Romana, el Patronato Benéfico Oriental (que dirige la Escuela Hogar del Niño) y el Central Romana trabajaron para que el bebé Carlos Rodríguez y otros cientos de niños con diversos padecimientos y trastornos fueran enviados a Estados Unidos a recibir las atenciones necesarias. 

Lo delicado de todo estuvo que ninguna de las madres podía viajar con sus hijos, en razón de que anteriormente un grupo había abandonado sus bebés y se habían quedado ilegales en el país. La madre de Carlos R., tuvo que dejar en manos de una enfermera al recién nacido.

Tres (3) meses pasó esa pareja sin ver a su primogénito y solo enterándose por informaciones de ambas instituciones de que el niño estaba bien, su padre trabajaba en hotelería y su madre en la Zona Franca, el niño llegaría en un vuelo de American Airline que aterrizaría en el Aeropuerto Internacional de Las Américas, un 18 de Julio de 1996 con una mejor visión, sin ningún problema en su estómago y mucho más fuerte de salud. 

A pesar de todo, dos operaciones más fueron realizadas, pero ya en su ciudad natal y la última siendo realizada a la edad de tres (3) años, lo cual él recuerda con mucha claridad. Todo de la mano del Central Romana y el Hogar del Niño, este último que también se convirtió en el Hogar de ese bebé desde sus primeros tres (3) meses, y donde nunca sus padres pensaron que toda esta historia tendría una continuación diferente.

El niño fue creciendo en la institución bajo un gran cuidado y amor, y llegó el momento de graduarse de Ya Sé Leer, donde fue el encargado de dar las palabras de agradecimientos, aun con un poco de vergüenza y de la mano de su madre, sus maestras de pre-escolar comentaban de lo excelente e inteligente que había llegado a ser ese niño. 

Al entrar en su primer grado escolar, sus maestras vieron su capacidad avanzada y decidieron saltarle un curso por su capacidad de haber dominado todo el material, y así continuó en su segundo grado, y cada año era calificado como un excelente estudiante meritorio del Hogar del Niño. Sus padres lograron ambos hacerse profesionales, su madre como Maestra y su padre como Contador Público, como excelencia, sirviéndole a él y a su hermano menor de ejemplo, esfuerzo y dedicación.

Desde que estuvo en el 8vo grado ya iba avanzado en sus clases de inglés y se había convertido en el encargado de todos los tours de visitas a la institución, siempre lo buscaban para diversas actividades. En la institución fue presidente de curso en cuatro (4) ocasiones, líder de clubes escolares, y participante en diversos concursos: fue de los primeros ganadores en concursos de lecturas, ortografías, historias y el primero en representar a nivel nacional en el Modelo Internacional de Naciones Unidas del Ministerio de Educación – MINUME (luego de pasar un proceso de participaciones a nivel distrital, regional y al final nacional), en el cual actualmente funge como voluntario. 

No simplemente eso, sino que con principios cristianos ha sido voluntario en diversas causas que ayudan a bateyes de su región Este, donde ha tenido la oportunidad de entregar alimentos, juguetes y con diversos grupos de la iglesia a la que pertenece, llevar alegría a niños y adultos que se encuentran en situaciones menos privilegiadas.

Antes de salir del Hogar del Niño, en su último año de secundaria, tuvo la oportunidad de aplicar a la beca Líderes del Mañana de la Universidad Iberoamericana (UNIBE), considerada como la mejor universidad del país, de acuerdo al ranking QS Top Universities Latin America 2014. 

El joven fue seleccionado dentro de quinientos (500) jóvenes que aplicaron a través de ensayos, experiencias, colaboraciones, y le fue otorgado una de las cinco (5) becas correspondientes a la carrera de Derecho. La beca Líderes del Mañana solo era entregada a treinta (30) jóvenes de todo el país anualmente con capacidades de excelencia en su comunidad. Todo lo sucedido antes de que el joven terminara sus estudios, y siendo el primer joven en conseguir una beca en UNIBE y procedente del Hogar del Niño. Meses más tarde llegaría su graduación donde fue el encargado de dar el discurso final, y donde fue galardonado como la Máxima Excelencia Académica de la institución. 

En sus primeros años de universidad, nunca olvidó la institución y siguió colaborando en las diferentes actividades que promueve el Patronato Benéfico Oriental, además de seguir laborando como Voluntario para el Ministerio de Educación, el cual le permitió participar en diversos Modelos de Naciones Unidas de diferentes partes del país, en las que cabe mencionar: Azua, Santo Domingo, Puerto Plata, Punta Cana, entre otras. 

Todo esto sirvió como escalón para que mayo del 2017, fuera seleccionado como vicepresidente de la única comisión simulada en español del Paris International Model United Nations (PIMUN 2017), realizado en Paris, Francia. Este Modelo de Naciones Unidas contaba con más de 800 jóvenes procedentes de Europa, Asia, y América. 

Actualmente este joven se encuentra en su último cuatrimestre de su carrera universitaria, y próximo a presentar su proyecto de grado con el propósito de la obtención de su titulo universitario. Dentro de sus metas está estudiar una maestría en la Universidad de Harvard, Cambridge o Yale, en materia de Derecho Internacional o Derecho Migratorio y fundar su propio buffette de Abogados. 

Ese bebé, joven y ahora adulto, soy yo, Carlos César Rodríguez Rodríguez, actualmente con veintiún (21) años de edad y prospecto abogado de la República Dominicana.

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