lunes, 9 de octubre de 2017

En zozobra

Por Cándida Figuereo Figueroa


La situación delincuencial que golpea cada día a quien menos lo está esperando, sea en su hogar, camino al trabajo o en cualquier diligencia, tiene en zozobra a la población que desconfía de todo aquel que le pasa por el lado, increíblemente en este país caracterizado en gran medida por la generosidad de su gente.

Lo anterior indica que algo está cojeando en lo que tiene que ver con la responsabilidad de poner en jaque el bandolerismo en las instancias correspondientes.

También es una responsabilidad de los padres y de las madres velar por atenuar la descomposición que prevalece, reforzando la vigilancia de lo que hacen sus hijos y orientándolos para que sean mejores ciudadanos.

No es casual que una gran parte de los hogares dominicanos tenga puertas y ventanas “resguardadas” con hierros, en interés de defenderse un poco de los ladrones que acechan para hacer de las suyas.

Es penoso que en lugar de mejorar en cuanto a las buenas costumbres, de no codiciar lo ajeno y fajarse a trabajar para lograr lo que se desea, se pretenda lo fácil arrebatándolo a otros.

La población de 10,65 millones de habitantes, conforme al dato de la Oficina Nacional de Estadísticas, sin contar los legales e ilegales del vecino país y de otros pueblos que se encuentran aquí por razones que no viene al caso citar, debe motivar a la reflexión para ordenar la casa.

De no ordenar la casa, valga decir el país, se llorará lágrimas de sangre por la descomposición social que con diversas caretas nos seguirá “sorprendiendo” y manteniendo en zozobra pese a que la mayoría quiere paz.

No hay comentarios: