viernes, 3 de abril de 2020

Casablanca: ¿campaña o síndrome…?

Oscar López Reyes


Resulta inaudito y espeluznante que un psíquico, después que se cansó de engatusar a dominicanos confundidos, realizando “poderosos” conjuros y rituales en consultorios privados y por radio y televisión, se dedique ahora a fustigar a una universidad, la Dominicana O&M, que desde el 12 de enero de 1966 (54 años ininterrumpidos y sin ningún escándalo), ha transformado, con la hogaza de la enseñanza, el estatus socio-educativo y económico de más de 100 mil jóvenes de clase media baja. ¡Qué paradoja…!

Hace un par de días que el autonombrado Cristian Casablanca fue arrestado por arrojar, desde un alto balcón, una pantalla plasma a una transitada avenida, haciendo un presunto reclamo en favor de estudiantes de la O&M, y por lo cual fue sancionado por el Ministerio Público con tres días de encierro correccional, 125 días de trabajo comunitario, 25 mil pesos de multa y una disculpa pública, pendiente de ser homologada por un juez competente.

Si Casablanca vuelve por sus fueros, sin aún terminar el proceso sancionador por alborotos injuriosos y quebrantar la buena conservación y uso de las vías públicas, surgen cinco preguntas que los lectores pueden responder.

1.- Si en República Dominicana existen más de 40 universidades, ¿por qué la O&M es el único blanco de hostilidades?

2.- ¿Por qué atacar a un candidato a la Presidencia de la República que, igual que Leonel Fernández y Gonzalo Castillo, está concentrado en ayudar a los dominicanos en esta dolorosa tragedia que reclama unidad?

3.- ¿Por qué rompe instrumentos tan necesitados para la orientación, como pantallas plasmas, que muchos dominicanos necesitan para informarse sobre la pandemia?

4.- ¿Por qué fomenta la violencia en un momento tan dramático para el país y el mundo que precisan mensajes de paz?

5.- ¿Acaso esta actitud formaría parte de una imprudente campaña de descrédito político, o estaría sufriendo el sujeto de claustrofobia o de un trastorno por algún síndrome de abstinencia? 

Las acciones del tal Casablanca son lastimeras. El lunes 22 de abril del 2012, me detuve a observar una interminable fila de personas en las inmediaciones de una planta de televisión, y cuando pregunté qué pasaba me contestaron que aguardaban al autodenominado “astrólogo” Cristian Casa Blanca para que les diera los premios de quinielas y palés en un programa del mediodía.

Numerosos hombres y mujeres de diferentes edades amanecieron, en una escena deprimente, desconcertante y penosa, ya que esos dominicanos abrigaron la esperanza de que el vidente les confesara el premio de la Lotería o la Lotto, para salir de la miseria y la desesperación.

El sujeto referido diría que si los que leen las cartas, los curanderos, políticos, comerciantes, capos y otros, engañan y se burlan de los ignorantes y, además, los medios le ofrecen una oportunidad y el gobierno le otorga plena libertad, ¿por qué él como un mago no puede sacarles ventajas a los incautos?

Por lo visto, luego que salgamos de esta emergencia sanitaria, el nuevo gobierno tendrá que implementar otro plan de alfabetización, en segundo grado, para enseñarle a la gente a razonar, utilizando la sabiduría que brindan la matemática y la filosofía. Esas disciplinas son imprescindibles para desterrar el atraso que sirve para que los clarividentes consigan pingües beneficios.

Cordialmente,

Oscar López Reyes
Periodista-mercadólogo, escritor y artículista de El Nacional,
Director Escuela de Comunicación Universidad O&M,
Ex Presidente del Colegio Dominicano de Periodistas

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